alumnos, les dejo el primer trabajo con el cuestionario debajo, fue posterior a las pautas de trabajo en el aula por si no lo fotocopiaron, saludos, el profe.
El
primer día de otra vida
Mamá
me despertó y recordé cuál era este día, mi primer día de clases
aunque yo ya fui a jardín y ahí hicimos actividades escolares. M
amá dice que la primaria es parecido pero que no es lo mismo, hay
más de una maestra y ¡ni te imaginás en la secundaria! Me había
preparado varias excusas para este momento, hasta pensé en cortarme
con un cuchillo y que ella viera sangre y diga: ¡Ay no, mi
chiquitín, no vamos y te quedás en casa jugando! Pero vi la cara de
ella, la mirada fija cuando me despertó y no había otra, había que
ir.
Desayunamos
y salimos, en la calle cruzamos otros chicos que también tenían
guardapolvo y a medida que nos acercábamos a la escuela se sumaban
más, a varios los conocía del jardín y vi que el verano los había
hecho más desenvueltos, más seguros, ¿yo también estaría así?
Uno ve todo menos uno mismo, a no ser frente a un espejo y siempre
que aparezco adelante, me peino y frunzo la nariz, a veces me estiro
la boca con los dedos y saco la lengua, se hacer once monstruos
distintos y hasta un zombi, incluso me sé poner la mano blanca sin
sangre. Pablo que iba adelante me saludó, con él nos peleábamos
todo el tiempo en jardín, me sacaba los juguetes, me rompía la hoja
y yo un poco hacía lo mismo, hoy me saludó y me cayó bien, es
bueno conocer a alguien.
En
la puerta de la escuela nos agolpamos todos, hubo más ruido y
charlas y gritos, un chico se tiró al piso y lloraba colorado, hacía
fuerza para irse casi arrastrando mientras su mamá lo trataba de
convencer, yo no le voy a hacer eso a mamá, ella me prometió ir a
comer un helado después si me portaba bien y sabe lo que me gustan,
me hace pensar que seguimos en verano y nos vamos a la playa. A un
costado, junto a la puerta había una chica rubia parada, flaca, su
pelo liso caía sobre el guardapolvos planchado ,, no nos miramos
pero me llamó la atención, en el jardín no me pasaba esto de mirar
chicas y sentir algo raro, como una sensación fría pero de calor en
la cara y no era con todas las chicas, solo con algunas. Escuché su
nombre, Magalí.
La
directora nos fue saludando uno por uno como si nos conociera, me dio
el beso que le daba a todos y me apretó los cachetes, siempre me los
aprietan, debe ser por mis pecas y no me gusta, me hace sentir que
soy un bebé. Me mandó con una maestra, la señorita Raquel, me
colocó en la fila y quedé cuarto, atrás mío estaba Pablo que me
dijo: por lo menos no estamos con el enanito de adelante. Y me reí,
tenemos cierta complicidad ahora. Ni el poste de luz de atrás, le
dije. Y chocamos los puños, desde ahí sentí que seríamos buenos
amigos.
Al
entrar al aula, la seño Raquel nos entró a sentar, eramos
veinticuatro, iba sentando a varones con mujeres y me dijo: Damián,
vos vas a aquél banco de allá. Seguí su dedo y casi se me aflojan
las piernas, estaba Magalí, mirándome, viendo que su compañero de
banco era yo. Me senté y me tendió la mano diciendo que era Magalí
y venía de un pueblo vecino. Yo solo pude pronunciar un Damián
apenas audible. Se acomodó en el banco y empezó a ordenar sus
útiles en su sector del banco, puso una regla de división y dijo:
de acá para allá es tuyo.
No
recuerdo que explicó la maestra, solo me preocupaba por no moverme y
parecer extraño ante Magalí, de reojo observaba sus movimientos
anotando, organizando las hojas y dos por tres cómo se acomodaba en
la silla o como tomaba su pelo con la mano para que no le moleste.
Estuve como en una nube hasta que toco un timbre y dijo la seño que
podíamos salir al patio. Magalí me dijo: ¿vamos a ver a Alfredo?
Si dije y la acompañé casi corriendo, esperaba ver al portero pero
era un caballo, la escuela tenía un caballo, dos vacas, un gallinero
y siete conejos en una jaula. Yo sabía – dijo Magalí- yo sabía
que me iba a gustar venir y jugar acá, qué te parece? Yo medio
shockeado todavía por la nueva vida que se me vino encima de repente
le dije: si, está linda la escuela.
Autor:
Carlos Ariel Genco
Cuestionario
guía:
1)
¿Cómo es el personaje principal?
2)
¿Qué cosas le gustan y que cosas no al personaje?
3)
¿Dónde y cuándo sucede la historia?
4)
¿Cómo fue tu primer día de primaria y de secundaria?
5)
¿Qué diferencias encuentras entre la escuela primaria y la
secundaria?
6)
¿Qué crees que aportará a tu vida la secundaria?
7)
¿Qué debes hacer y qué no hacer para aprobar las materias?
8)
Siguiendo las pautas de trabajo: da dos ejemplos de mal y dos de
buen comportamiento en clase.
Trabajo elaborado por el profesor Carlos Ariel Genco, Viedma, Río Negro
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