lo agrego para los/las que faltaron, primero vimos el video sobre el mismo trabajo, que ayuda a contextualizarnos: video sobre origen de la lengua castellana, hoy español
y luego empezaron a hacer el trabajo siguiente:
ORÍGENES DEL
ESPAÑOL
(al final están las preguntas y consignas a resolver)
INDICE
1.Introducción
/ 2. Orígenes / 3. Los primeros invasores de la península / 4. La Historia del
Castellano
5. Los Dialectos / 6. El español en el mundo / 8. El castellano actual
5. Los Dialectos / 6. El español en el mundo / 8. El castellano actual
INTRODUCCIÓN
El castellano
es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual. Se habla en casi
toda la península ibérica, en el sudoeste de USA., Méjico, América Central y
América del Sur (a excepción de Brasil) y es la lengua de un grupo minoritario
de hablantes de Filipinas. Pero obviamente y como todas las lenguas actualmente
existentes, ha sufrido una larga y laboriosa modificación a lo largo de la
historia, las cuales quedan reflejadas a grandes rasgos en este trabajo, y
puede ayudarnos a entender muchas de las cosas que existen en nuestra lengua
actual.
Se debe suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales. Y de hecho, de aquí a algunos años, debido a los avances en los medios de comunicación, la nueva sociedad multicultural que está surgiendo y las diferentes clases sociales que existen, nuestra lengua experimentará un cambio de aquí a no mucho tiempo.
Se debe suponer que al cabo de los siglos e inevitablemente, el castellano debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales. Y de hecho, de aquí a algunos años, debido a los avances en los medios de comunicación, la nueva sociedad multicultural que está surgiendo y las diferentes clases sociales que existen, nuestra lengua experimentará un cambio de aquí a no mucho tiempo.
ORÍGENES
La base del
español es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III a.C.,
que se impuso a las lenguas ibéricas. Los abundantes documentos que nos quedan
del latín provienen de los textos literarios. Pero si queremos conocer los
verdaderos orígenes de nuestra lengua, tenemos imaginar cómo hablaban en el
Imperio, ya que las lenguas romances no derivan del latín escrito sino del
latín hablado en las calles y en las plazas. Y las diferencias entre una y otra
variedad lingüística son importantes. En el aspecto fónico, el latín literario diferenciaba
diez vocales (cinco largas y cinco breves) y esa longitud de la vocal podía
modificar el significado de una palabra. El latín oral reemplazó esa distinción
por el acento de intensidad, que persiste como rasgo distintivo de nuestra
lengua. En el plano morfológico, los sustantivos y los adjetivos se declinaban,
lo que significa que adoptaban una terminación diferente según cual fuera la
función que desempeñaban en la oración. Esta característica del latín literario
era reemplazada en el latín oral por un aumento en la cantidad de
preposiciones, tal como sucede en el castellano actual. En lo referente al
aspecto sintáctico, el latín literario empleaba con frecuencia el hipérbaton,
en tanto que el latín oral ordenaba la oración con una regularidad casi
constante y similar a la de nuestra lengua. Una relación lógica por parte, si
se tiene en cuenta que una lengua evoluciona y se modifica con mayor dinamismo
en su variante oral que en la escrita.
Otro elemento conformador del léxico en el español es el griego, puesto que en las costas mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; además, voces helénicas han entrado en el español en diferentes momentos históricos. Los orígenes de nuestra lengua se remontan muchos siglos antes de nuestra era. Se supone que los primeros habitantes de lo que hoy es la península ibérica (España y Portugal), se establecieron a los lados de los Pirineos (cadena montañosa entre Francia y España). Estos grupos humanos hablaron una lengua que sobrevive en el idioma vasco (Vasconia). En otra región geográfica -costa de Levante- se establecieron los Íberos, de cuyo nombre tomó el propio la península. Su cultura probablemente provenía de las costas africanas.
Otro elemento conformador del léxico en el español es el griego, puesto que en las costas mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; además, voces helénicas han entrado en el español en diferentes momentos históricos. Los orígenes de nuestra lengua se remontan muchos siglos antes de nuestra era. Se supone que los primeros habitantes de lo que hoy es la península ibérica (España y Portugal), se establecieron a los lados de los Pirineos (cadena montañosa entre Francia y España). Estos grupos humanos hablaron una lengua que sobrevive en el idioma vasco (Vasconia). En otra región geográfica -costa de Levante- se establecieron los Íberos, de cuyo nombre tomó el propio la península. Su cultura probablemente provenía de las costas africanas.
LOS
PRIMEROS INVASORES DE LA PENINSULA
Antes de la
llegada de los romanos, la península ibérica estaba poblada por diversas
comunidades. Se agrupaban diversos pueblos que poseían una lengua común, la
vascuence. En el sur, los nativos establecían relaciones comerciales con los
fenicios.
Hacia el siglo VII a. C. Los Celtas, provenientes del sur de Alemania, invadieron la península y se establecieron en Galicia y Portugal. Fusionados con los íberos formaron el grupo de los Celtíberos. La invasión Germánica
En el año 409 se produjo en España la invasión de pueblos procedentes del norte, los visigodos, y entraron en la península por los Pirineos. Se instalaron principalmente en la meseta castellana. En un principio no se unían con los pobladores hispano - romanos, pero con el tiempo se fueron romanizando. Mantuvieron su lengua, aunque recibieron influencias que, en el caso del castellano, se advierten principalmente en el léxico. La influencia Vasca
Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma cuyo origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio de influencia vasca; junto a eso, las tierras que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que, lógicamente, llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos preeminentes en la corte castellana hasta el siglo XIV.
La otra herencia del vasco consiste en que ante la imposibilidad de pronunciar una /f/ en posición inicial, las palabras latinas que empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas tempranas por una aspiración, representada por una h en la escritura, que con el tiempo se perdió. La invasión de los árabes
En el año 711 se produjo la invasión árabe en España. Los musulmanes llevaron adelante la conquista con una fuerza inusitada. Así consiguieron abarcar toda la península, desde el sur hacia el norte.
La invasión árabe tenía un objetivo religioso. Por este motivo la lucha entre el mundo hispano-románico y el árabe se transformó en una lucha entre dos civilizaciones: la cristiana y la musulmana. La prolongada permanencia de los árabes en España y el contacto estrecho entre ambos pueblos generaron una cultura nueva que abarcó no solo lo lingüístico, sino también la literatura, la arquitectura, el arte y las costumbres.
En lo referente a la lengua los mozárabes hablaban un romance arcaico con gran cantidad de arabismos. En cuanto a literatura, produjeron una composición poética de metro y lenguaje híbridos, el zéjel.
La convivencia entre ambas culturas permitía reconocer dos Españas: la España musulmana, floreciente y lujosa, y la España cristiana, empobrecida y asolada por las guerras. Los romanos
Hacia el siglo VII a. C. Los Celtas, provenientes del sur de Alemania, invadieron la península y se establecieron en Galicia y Portugal. Fusionados con los íberos formaron el grupo de los Celtíberos. La invasión Germánica
En el año 409 se produjo en España la invasión de pueblos procedentes del norte, los visigodos, y entraron en la península por los Pirineos. Se instalaron principalmente en la meseta castellana. En un principio no se unían con los pobladores hispano - romanos, pero con el tiempo se fueron romanizando. Mantuvieron su lengua, aunque recibieron influencias que, en el caso del castellano, se advierten principalmente en el léxico. La influencia Vasca
Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma cuyo origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio de influencia vasca; junto a eso, las tierras que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que, lógicamente, llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos preeminentes en la corte castellana hasta el siglo XIV.
La otra herencia del vasco consiste en que ante la imposibilidad de pronunciar una /f/ en posición inicial, las palabras latinas que empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas tempranas por una aspiración, representada por una h en la escritura, que con el tiempo se perdió. La invasión de los árabes
En el año 711 se produjo la invasión árabe en España. Los musulmanes llevaron adelante la conquista con una fuerza inusitada. Así consiguieron abarcar toda la península, desde el sur hacia el norte.
La invasión árabe tenía un objetivo religioso. Por este motivo la lucha entre el mundo hispano-románico y el árabe se transformó en una lucha entre dos civilizaciones: la cristiana y la musulmana. La prolongada permanencia de los árabes en España y el contacto estrecho entre ambos pueblos generaron una cultura nueva que abarcó no solo lo lingüístico, sino también la literatura, la arquitectura, el arte y las costumbres.
En lo referente a la lengua los mozárabes hablaban un romance arcaico con gran cantidad de arabismos. En cuanto a literatura, produjeron una composición poética de metro y lenguaje híbridos, el zéjel.
La convivencia entre ambas culturas permitía reconocer dos Españas: la España musulmana, floreciente y lujosa, y la España cristiana, empobrecida y asolada por las guerras. Los romanos
El latín,
lengua oficial de los romanos, era un idioma claro y preciso, enérgico,
práctico y ordenado, que adquirió gracia cuando tuvo contacto con la lengua
griega. Hispania fue testigo del florecimiento de la literatura latina que
imitó, haciéndolos suyos, los modelos de los grandes maestros griegos. De esta
manera, muchas palabras de origen griego, han pasado a nuestro idioma en este
periodo por medio de la imposición del latín. Por ejemplo:
"philosophia" : filosofía, "poesis" : poesía,
"mathematica" : matemática, "chorus" : coro, etc. El latín
pertenecía al grupo del indoeuropeo, originario de casi todas las lenguas que
se hablan en Europa. Además de latín son indoeuropeas las lenguas célticas, las
de Gran Bretaña (irlandés, galés, escocés); las lenguas germánicas (el
desaparecido gótico, los modernos alemán, inglés, holandés); las lenguas
eslavas (ruso, polaco, checo, búlgaro y serbocroata), las lenguas
escandinavas y también el griego y el albanés.
Las lenguas
que se hablan y hablaron en Europa que no pertenecen a la familia indoeuropea,
son: el etrusco (desaparecido), el finlandés, el lapón, el estoniano, el
húngaro y el vascuence, fuera de Europa, pertenecen al tronco indoeuropeo el
grupo de lenguas indias y el persa. De lo que se concluye que gran parte del
mundo actual tiene uno mismo antepasado lingüístico. Existieron dos clases de
latín: el culto y el vulgar. El primero era usado por los escritores y gente
preparada; el vulgar era hablado por el pueblo de Roma. Este fue el que se
impuso en todas las colonias. Dicho latín presentaba diversas modalidades según
la época de conquista del territorio, la procedencia de distintas regiones de
la península itálica, la cercanía o lejanía de comunicación con la metrópoli,
etc. De este modo, en cada territorio conquistado -no se puede usar todavía el
concepto de nación- la lengua impuesta adquirió diversos matices de expresión.
La evolución del latín vulgar vino a dar lo que hoy llamamos lenguas romances,
románicas o neolatinas. Éstas sobreviven con diversas modalidades en España,
Francia, Portugal, Italia, Bélgica, Suiza, Rumania, Hispanoamérica y en otros
muchos lugares del mundo, llevado por conquistadores españoles, portugueses y
franceses, así como por los judíos sefardíes que fueron arrojados de España.
La dominación
romana terminó en el siglo V d.C., cuando desmembró el imperio. En nuestros
días lo que se conserva de las lenguas prerromanas son unos cuantos sufijos:
-arro, -orro, -urro: nuharro, machorro, baturro, -asco: peñasco. Se presume que
los sufijos -az, -ez, -oz, que abundan en la toponimia peninsular española,
también pertenecen a este periodo. En el mismo caso está la "-z"
terminal de los apellidos.
El latín
vulgar evolucionaría con la mezcla de otras lenguas de grupos humanos que
fueron invadiendo la Península Ibérica después de los romanos: visigodos,
árabes, franceses, etc., hasta la consolidación del castellano como lengua
oficial, por el rey Alfonso X, en el siglo XIII.
Así pues,
fueron dos -ya asentados- los motivos que ayudaron al latín vulgar para que
fuera evolucionando hasta convertirse en cada región en lenguas románicas: el
aislamiento de Roma y la continua depresión de la cultura impuesta por los
antiguos conquistadores. Cada región fue agregando al latín vulgar que
hablaban, formas de pronunciación de sus dialectos primitivos, así como
vocabulario de las lenguas prerromanas; además fueron introduciendo palabras y
usos lingüísticos de los subsecuentes invasores y colonizadores.
Francia
En el siglo
XI, Sancho el Mayor abre una nueva vía a la peregrinación a Santiago de
Compostela. A partir de entonces acuden devotos de otros lugares fuera de
España. Los "francos" acuden abundantemente. Establecen ciudades a lo
largo de dicho camino, y, como consecuencia de ello, palabras de origen francés
empiezan a introducirse en el romance hispano. Algunos de esos vocablos son:
homenaje, mensaje, pitanza, fraile, mesón, manjar, vianda, vinagre, etc.
La
Reconquista que había comenzado desde el principio de la dominación árabe se
dirige hacia el sur, pero los mozárabes ya están muy culturizados con la
civilización árabe; conservan sus creencias y hasta su lengua. En el siglo XII,
el arzobispo don Raimundo funda la Escuela de traductores y un siglo después,
el Rey Alfonso X acoge en su corte a sabios judíos que dominan la cultura
árabe. Conforme va avanzando la reconquista, los cristianos van imponiendo los
romances del norte: Gallego-Portugués, Astur-Leonés, Castellano,
Navarro-Aragonés y Catalán. No todos estos dialectos tuvieron la misma suerte;
unos se impusieron más pronto que otros; en el sur fue más difícil, debido a
que el sustrato árabe era muy fuerte.
HISTORIA
DEL CASTELLANO
En la
formación del español cabe distinguir tres grandes periodos: el medieval,
también denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X al
XV; el español moderno, que evolucionó desde el siglo XVI a finales del
XVII, y el contemporáneo, desde la fundación de la Real Academia Española hasta
nuestros días.
El
castellano medieval
El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en la Península que pueden fijarse por el comportamiento de la vocal breve y tónica o en sílaba interior de palabra, siendo éstos el catalán, el galaico-portugués, el latín y en el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se estaban desarrollando en los territorios cristianos.
El primer paso para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla lo dio en el siglo XIII Alfonso X, que mandó componer en romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y legales. Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Los adjetivos posesivos iban precedidos de artículo.
El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales, e incluso de la Biblia, que el rey mismo mandó traducir. Las anotaciones en romance a los textos en latín contenían palabras y construcciones que no se entendían ya. Gracias al Camino de Santiago entraron en la lengua los primeros galicismos, escasos en número, y que se propagaron por la acción de los trovadores, de la poesía cortesana y la provenzal.
El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes dominios lingüísticos en la Península que pueden fijarse por el comportamiento de la vocal breve y tónica o en sílaba interior de palabra, siendo éstos el catalán, el galaico-portugués, el latín y en el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se estaban desarrollando en los territorios cristianos.
El primer paso para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla lo dio en el siglo XIII Alfonso X, que mandó componer en romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y legales. Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Los adjetivos posesivos iban precedidos de artículo.
El español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales, e incluso de la Biblia, que el rey mismo mandó traducir. Las anotaciones en romance a los textos en latín contenían palabras y construcciones que no se entendían ya. Gracias al Camino de Santiago entraron en la lengua los primeros galicismos, escasos en número, y que se propagaron por la acción de los trovadores, de la poesía cortesana y la provenzal.
El castellano
medieval desarrolló una serie de fonemas que hoy han desaparecido. Distinguía
entre una /s/ sonora intervocálica, que en la escritura se representaba por s,
como en casa, y una /s/ sorda, que podía estar en posición inicial de
palabra como silla, o en posición interna en el grupo ns, (pensar)
o en posición intervocálica que se escribía -ss- como en viniesse.
Las letras ç
y z equivalían a los sonidos africados (equivalente a /ts/, si era sordo, y a
/ds/, si era sonoro), como en plaça y facer. La letra x respondía
a un sonido palatal fricativo sordo, como la actual /ch/ del francés o la /s/
final del portugués, y también existía correspondiente sonoro, que se escribía
mediante j o g ante /e/ o /i/: así coger, o hijo.
Distinguía
también entre una bilabial oclusiva sonora /b/, que procedía de la /p/
intervocálica del latín o /b/ de la inicial sonora del latín (y que es la que
hoy se conserva), y la fricativa sonora, que procedía de la /v/ del latín. El
verbo haber todavía tenía el significado posesivo, y se empleaba para formar
las perífrasis verbales de obligación que originarían a partir del siglo XIV
los tiempos compuestos; por eso, entre la forma del verbo haber y el infinitivo
siguiente era posible interponer otro material léxico, hoy impensable, como en "Enrique
vuestro hermano había vos de matar por las sus manos". Los adjetivos
posesivos iban precedidos de artículo; así se decía los sus ojos alza.
El
castellano moderno
La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. A esta época pertenecen el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español. Desaparece la aspiración de la /h/, cosa que testimonia la versificación. Se funden en un único fonema la /s/ sonora y la sorda, prevaleciendo el valor sordo.
La publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, fecha del descubrimiento de América y de la toma de Granada por los Reyes Católicos, establece la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. A esta época pertenecen el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español. Desaparece la aspiración de la /h/, cosa que testimonia la versificación. Se funden en un único fonema la /s/ sonora y la sorda, prevaleciendo el valor sordo.
Las
consonantes ç y z pasan a ser el fonema fricativo (con pronunciación
equivalente a /ts/) que se escribirá ç durante el siglo XVI y pasará a tener el
valor de la /z/ en el siglo siguiente, con lo que de esta manera se resolvió la
vacilación ortográfica c, ç, z. Las variaciones fonéticas que representaban x,
g, j, se solucionaron también en favor del sonido velar fricativo sordo que en
el XVII pasa a tener la pronunciación y grafía actuales de g y de j.
Desapareció
asimismo la distinción b / v, que se neutralizó en /b/ durante el siglo XVI. En
la morfología aparecieron los tiempos compuestos de los verbos, y se convierte
en auxiliar el verbo haber. En la sintaxis el orden de los elementos de la
oración se hace más rígido, y se anteponen los pronombres átonos a infinitivos
y gerundios. Desde el punto de vista del léxico adquirió una gran cantidad de
neologismos, pues a estos momentos correspondió la expansión de Castilla y, por
lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua
dominante frente a otros dialectos peninsulares al llevarse a cabo la unidad
política de Castilla y Aragón y ser el castellano la lengua de los documentos
legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran
empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática
normativa de Nebrija.
A partir de los primeros momentos del siglo XVI se prefirió la denominación de española para la lengua del nuevo imperio, y la preocupación de los intelectuales del momento se refleja en la enorme tarea de sistematizarla, analizarla y divulgarla.
A partir de los primeros momentos del siglo XVI se prefirió la denominación de española para la lengua del nuevo imperio, y la preocupación de los intelectuales del momento se refleja en la enorme tarea de sistematizarla, analizarla y divulgarla.
Lo demuestran
la publicación del gran Diccionario de Alcalá, obra de la Universidad
Complutense creada por Cisneros; la aparición de la Minerva de Francisco de las
Brozas, conocido por El Brocense, que es una gramática normativa y descriptiva
más moderna que la realizada por el grupo francés de Port Royal, y, a
principios del siglo XVII, la publicación del Tesoro de la lengua castellana o
española (1611) de Sebastián de Covarrubias, primer diccionario de la lengua,
que contiene cuanta información histórica y sincrónica había disponible en el
momento de su publicación. En Francia, Italia e Inglaterra se editaban
gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua diplomática
hasta la primera mitad del siglo XVIII. En esta etapa de la lengua se
llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro. El
léxico incorpora palabras originarias de tantas lenguas como contactos
políticos tenía el imperio. Del italiano por ejemplo entran en el español desde
el siglo XV al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria, como
soneto, asonante, silva y lira, palabras relacionadas con las bellas artes como
fachada, escorzo, medalla, piano. De otros campos léxicos son italianismos de
la época centinela, alerta, escopeta, aspaviento, charlar, estropear y muchas
más. Son galicismos paje, jardín, jaula, sargento, forja o reproche. Los
americanismos, que comienzan a entrar en el siglo XVI, ofrecen una lista
referida a las realidades que en Europa, como cóndor, alpaca, pampa, puma, papa
(denominación afincada en Canarias para patata).Los términos más antiguos, como
canoa, ya citado en el diccionario de Nebrija, proceden de los arawak. A este
conjunto pertenecen huracán, sabana, maíz, cacique, colibrí, caribe, enagua y
caníbal. De la familia de lenguas náhuatl habladas por los nahuas, se
incorporan hule, chocolate, tomate, cacao, aguacate y petate.
El español
contemporáneo
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.
Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de los estilos literarios, desde la “violación sintáctica” que representan el barroco del siglo XVII, los poetas de la generación del 27 y el lenguaje publicitario, hasta la imitación de los cánones clásicos, también violentadores del orden del español, que incorporaron los neoclásicos o los primeros renacentistas.
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue la de fijar el idioma y sancionar los cambios que de su idioma habían hecho los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.
Los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas con una gran variedad de los estilos literarios, desde la “violación sintáctica” que representan el barroco del siglo XVII, los poetas de la generación del 27 y el lenguaje publicitario, hasta la imitación de los cánones clásicos, también violentadores del orden del español, que incorporaron los neoclásicos o los primeros renacentistas.
Coincidiendo
con otro momento de esplendor literario, el primer tercio del siglo XX,
aparecieron las nuevas modificaciones gramaticales que aún hoy están en proceso
de asentamiento.
De ellas cabe
citar: la reducción del paradigma verbal en sus formas compuestas de indicativo
y subjuntivo, la sustitución de los futuros por perífrasis verbales del tipo
tengo que ir por iré, la práctica desaparición del subjuntivo, la reduplicación
de los pronombres átonos en muchas estructuras oracionales y con verbos de
significación pasiva, que están desarrollando una conjugación en voz media como
en le debo dinero a María; la posposición casi sistemática de los
calificativos, la reducción de los relativos, prácticamente limitados a que y
quien en la lengua hablada.
Junto a ello,
la irrupción continua de neologismos, que nombran innovaciones técnicas y
avances científicos, tiene dos momentos: los anteriores a la mitad del presente
siglo, que contienen raíces clásicas como termómetro, televisión, átomo,
neurovegetativo, psicoanálisis o morfema, y los neologismos apenas
castellanizados, siglas y calcos del inglés y fruto de la difusión que de ellos
hacen las revistas especializadas, la publicidad o la prensa, como filmar,
radar, módem, casete, anticongelante, compacto, PC, o spot.
LOS
DIALECTOS
Hasta la
irrupción de la radio y la televisión en la sociedad —en la segunda mitad de
este siglo—, era relativamente fácil diagnosticar por los hábitos fonéticos y la
entonación la pertenencia de un determinado hablante a su correspondiente área
dialectal. Hoy, aunque también se siguen dando estas diferencias, la imitación
de la norma que esos medios han ido creando entre los hablantes, hace que la
pertenencia a diferentes comunidades lingüísticas no sea tan clara ni tan
rotunda.
Del mapa lingüístico medieval ibérico surgieron variedades lingüísticas que algunas se convirtieron en lenguas y otras, con el paso del tiempo, se transformaron en dialectos de alguna de ellas. Entre las variedades relacionadas con el español se encuentran: el leonés, que se habló desde Asturias hasta las tierras de Cáceres y que, ya a finales del siglo XV, había dejado su lugar de idioma en pugna con el castellano para ocupar el puesto de mera variedad dialectal; el aragonés, con una situación análoga al leonés, que se habló en el reino de Aragón y cuyas fronteras naturales son los Pirineos por el norte, la cordillera Ibérica por el oeste y los límites de Cataluña y Valencia por el este. A partir del siglo XIV, como consecuencia de la conquista de Andalucía por los castellanos, surgió el andaluz, que integró algunos rasgos del mozárabe, como un auténtico dialecto del castellano. El extremeño, que empezó siendo una variedad fronteriza del leonés y el castellano se ha consolidado como uno de los pocos dialectos hoy todavía identificables por sus aspiraciones implosivas y su peculiar léxico. El riojano, que se habló en La Rioja, y que tan decisivamente influyó en el castellano escrito de los primeros tiempos, era una variedad dialectal del aragonés. Otro dialecto de fronterizo aún vigente lo representa el murciano, en el que confluyeron el castellano, el aragonés y el valenciano, variedad catalana. En las islas Canarias existe el canario, cuya entonación, léxico y fonética influyeron en el español americano del istmo y norte de Sudamérica.
En el siglo XVI el castellano sirvió de base para la creación de un sabir o lengua de intercambio en el Mediterráneo. Un siglo después se configura otro sabir en el Caribe, que luego se criolliza para dar paso al papiamento de Curaçao. Los jesuitas que entraron en contacto con los indios guaraníes crearon otra lengua de intercambio conocida como lengua general.
En cuanto al continente americano, no han faltado autores que calificaban de dialectos a cada una de las variedades lingüísticas que se han consolidado en los respectivos países.
La dialectología del español en América debe hacerse por cada país antes de que la homogeneidad que imponen la radio, el cine y la televisión borren las fronteras dialectales que aún existen.
Del mapa lingüístico medieval ibérico surgieron variedades lingüísticas que algunas se convirtieron en lenguas y otras, con el paso del tiempo, se transformaron en dialectos de alguna de ellas. Entre las variedades relacionadas con el español se encuentran: el leonés, que se habló desde Asturias hasta las tierras de Cáceres y que, ya a finales del siglo XV, había dejado su lugar de idioma en pugna con el castellano para ocupar el puesto de mera variedad dialectal; el aragonés, con una situación análoga al leonés, que se habló en el reino de Aragón y cuyas fronteras naturales son los Pirineos por el norte, la cordillera Ibérica por el oeste y los límites de Cataluña y Valencia por el este. A partir del siglo XIV, como consecuencia de la conquista de Andalucía por los castellanos, surgió el andaluz, que integró algunos rasgos del mozárabe, como un auténtico dialecto del castellano. El extremeño, que empezó siendo una variedad fronteriza del leonés y el castellano se ha consolidado como uno de los pocos dialectos hoy todavía identificables por sus aspiraciones implosivas y su peculiar léxico. El riojano, que se habló en La Rioja, y que tan decisivamente influyó en el castellano escrito de los primeros tiempos, era una variedad dialectal del aragonés. Otro dialecto de fronterizo aún vigente lo representa el murciano, en el que confluyeron el castellano, el aragonés y el valenciano, variedad catalana. En las islas Canarias existe el canario, cuya entonación, léxico y fonética influyeron en el español americano del istmo y norte de Sudamérica.
En el siglo XVI el castellano sirvió de base para la creación de un sabir o lengua de intercambio en el Mediterráneo. Un siglo después se configura otro sabir en el Caribe, que luego se criolliza para dar paso al papiamento de Curaçao. Los jesuitas que entraron en contacto con los indios guaraníes crearon otra lengua de intercambio conocida como lengua general.
En cuanto al continente americano, no han faltado autores que calificaban de dialectos a cada una de las variedades lingüísticas que se han consolidado en los respectivos países.
La dialectología del español en América debe hacerse por cada país antes de que la homogeneidad que imponen la radio, el cine y la televisión borren las fronteras dialectales que aún existen.
El español
en las zonas bilingües:
En las
comunidades autónomas bilingües, el español ha ido adoptando realizaciones
peculiares, en las que destacan las interferencias ( la transferencia de elementos
fonéticos, morfosintácticos y léxicos) y los préstamos léxicos.
Las lenguas
automáticas han influido en el español:
- el catalán ha transmitido alguno de sus rasgos al castellano: la articulación palatal del fonema /l/, sobre todo en la terminación -al; la pronunciación fuerte y el ensordecimiento de /d/ final de palabra (verdat); calcos o interferencias como el uso del artículo con el nombre propio (el Juan), o el fenómeno frecuente del dequeísmo (afirmó de que...) En la comunidad Valenciana puede darse la distinción en /b/ (bilabial) y /v/ (labiodental).
- La influencia del gallego se observa en la entonación, en el cierre de /e/ y /o/, cuya pronunciación se aproxima a /i/ y /u/; en el uso exclusivo del pretérito perfecto simple (hoy estuve allí) o en la predilección por el diminutivo -iño / -iña.
- El euskera ha influido históricamente en la evolución del español, por ejemplo en la pérdida dela f inicial latina y en la no distinción entre /b/ y /v/. Hoy condiciona algunos aspectos del castellano de la zona, como los cambios en el orden sintáctico, las confusiones de género o el uso del imperfecto por el condicional (si tendría el coche te llevaría)
Variedades
septentrionales:
Las
variedades septentrionales corresponden a la zona de origen y primera expansión
del castellano, y son las más conservadoras en cuanto a la evolución
lingüística. La región comprende el norte de España, que se podría trazar
aproximadamente por Salamanca, Ávila, Guadalajara, Cuenca y Albacete, siendo
esta última ciudad el área más innovadora por su proximidad a la zona
meridional.
Los
principales rasgos de las hablas meridionales son:
- generalización y uso frecuente del leísmo y laísmo
- pronunciación como /s/ de /x/ (taxi (tasi),experiencia (esperiencia)
- distinción en el uso del pretérito perfecto simple y del pretérito perfecto compuesto.
- Uso frecuente en el habla descuidada de la 2ª persona del singular del pretérito perfecto simple con desinencia -s (vistes) y del infinitivo en lugar del imperativo (fijaros)
- Pérdida de la -d intervocálica en la terminación -ado (aprobao)
- Aspiración de la -s implosiva, sobre todo en zonas de Castilla- La Mancha (ehque “es que”)
- Duplicación de preposiciones (voy a por el pan)
- Preferencia por los diminutivos -ico, -ica.
Variedades
meridionales:
Las variedades
meridionales corresponden a la zona sur, donde la resolución de la lengua fue
diferente, sobre todo en rasgos fonéticos. Las variedades meridionales se
relacionan en general con el español hablado en las zonas litorales de
Hispanoamérica.
Esta variedad
es el llamado “andaluz”. El área de su dominio reúne un conjunto de hablas muy
variadas:
- seseo o ceceo según la zona. La zona seseante abarca la zona de Sevilla, Córdoba, Huelva, Málaga y el oeste de Granada; la zona sur en ceceante, excepto la mayor parte de Almería.
- Aspiración o eliminación de la -s final de sílaba o palabra (lah niñah “las niñas”)
- Confusión de /l/ y /r/ implosivas (mi alma = mi arma) o su omisión, aunque los hablantes cultos conservan la distinción.
- Relajación y pérdida de la -d intervocálica. En el habla coloquial, la -d puede perderse ante -r (pare por padre), igual que la -n al final de sílaba (vié por viene)
- Preferencia por los diminutivos -illa, -illo.
Variedades
meridionales o de transición
Se conocen
como hablas de transición aquellas modalidades que comparten rasgos del
castellano meridional y de otras variedades.
- Extremeño las características del extremeño difieren según las zonas, los niveles y los registros utilizados. Los rasgos fonéticos más importantes son la aspiración de la -s y del fonema /x/, la confusión de /l/ y /r/ al final de sílaba, la pérdida de la -d intervocálica y el yeísmo. Se observa también la preferencia por el diminutivo -ino/ -ina, y se respeta el uso etimológico de los pronombres átonos le, lo y la. Destaca la presencia de leonesismos y arcaísmos.
- Murciano por su situación geográfica y por su historia, el área del murciano ha recibido diversas influencias. Los rasgos fonéticos más destacables son la entonación, la aspiración de /s/ y /x/ y la confusión de /r/ y /l/ en posición implosiva. En lagunas zonas costeras se da el seseo. Sobresale el uso de los diminutivos -ico/-ica, -iquio/-iquia y en el vocabulario existen muchos arcaísmos y aragonesismos.
Canario el
habla de las Islas Canarias presenta características comunes con las hablas
meridionales. Los rasgos fonéticos principales son el seseo, la aspiración de
la -s y del /x/ en algunas zonas y al extensión del yeísmo. El pronombre
“ustedes” sustituye a “vosotros” y se conserva el uso etimológico de le y lo.
En el léxico encontramos andalucismos, portuguismos, americanismos y
guanchismos (palabras procedentes de la lengua de los nativos -gofio-).
EL
ESPAÑOL EN EL MUNDO
El español
en el mundo
El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas tan distantes, existe una cierta uniformidad en el nivel del idioma, que permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto al parecer de los diversos sustratos lingüísticos que existen en los países de habla hispánica. La ortografía y la norma lingüística aseguran la uniformidad de la lengua; de ahí la colaboración entre las diversas Academias de la Lengua para preservar la unidad, hecho al que ayuda la difusión de los productos literarios, científicos, pedagógicos, cinematográficos, televisivos e informáticos.
Desde España se ha elaborado el primer método unitario de enseñanza del idioma que difunde por el mundo el Instituto Cervantes. El trabajo coordinado de las Academias ha cristalizado en la elaboración de la norma culta de las grandes ciudades, que presta especial atención a la fonología y el léxico. Es el segundo idioma hablado en Estados Unidos, que cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones totalmente en español; asimismo, por razones económicas, es la lengua que más se estudia como idioma extranjero en los países no hispánicos. Lejanos ya los tiempos en que fue considerada la lengua diplomática, cuando fue sustituida por el francés, hoy es lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión Europea y otros organismos internacionales. Ha sido incluido como idioma dentro de la información de Internet, lo que asegura la constante traducción de las innovaciones informáticas, su difusión e intercomunicación. Donde aparece más incierto el futuro del idioma es en el continente africano, abandonado por razones políticas a la voluntad de sus hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al francés para el pueblo saharaui. No obstante, todo parece augurar que en el próximo siglo será una de las lenguas de mayor difusión.
El español es, por número de hablantes, la tercera lengua del mundo. Pese a ser una lengua hablada en zonas tan distantes, existe una cierta uniformidad en el nivel del idioma, que permite a las gentes de uno u otro lado del Atlántico entenderse con relativa facilidad. Las mayores diferencias son de carácter suprasegmental, es decir, la variada entonación, fruto al parecer de los diversos sustratos lingüísticos que existen en los países de habla hispánica. La ortografía y la norma lingüística aseguran la uniformidad de la lengua; de ahí la colaboración entre las diversas Academias de la Lengua para preservar la unidad, hecho al que ayuda la difusión de los productos literarios, científicos, pedagógicos, cinematográficos, televisivos e informáticos.
Desde España se ha elaborado el primer método unitario de enseñanza del idioma que difunde por el mundo el Instituto Cervantes. El trabajo coordinado de las Academias ha cristalizado en la elaboración de la norma culta de las grandes ciudades, que presta especial atención a la fonología y el léxico. Es el segundo idioma hablado en Estados Unidos, que cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones totalmente en español; asimismo, por razones económicas, es la lengua que más se estudia como idioma extranjero en los países no hispánicos. Lejanos ya los tiempos en que fue considerada la lengua diplomática, cuando fue sustituida por el francés, hoy es lengua oficial de la ONU y sus organismos, de la Unión Europea y otros organismos internacionales. Ha sido incluido como idioma dentro de la información de Internet, lo que asegura la constante traducción de las innovaciones informáticas, su difusión e intercomunicación. Donde aparece más incierto el futuro del idioma es en el continente africano, abandonado por razones políticas a la voluntad de sus hablantes; no hay que olvidar que todavía sirve de lengua diplomática junto al francés para el pueblo saharaui. No obstante, todo parece augurar que en el próximo siglo será una de las lenguas de mayor difusión.
El
Castellano en América
La colonización comenzó a fines del siglo XV, cuando ya el castellano había adquirido sus caracteres esenciales. Los hablantes que llegaron a América provenían desde Andalucía y de las Islas Canarias en gran medida; de este modo, las variedades meridionales del castellano fueron decisivas en la formación de las primeras normas lingüísticas, aunque luego su evolución siguiera desarrollos independientes y paralelos al español peninsular. Por otro lado, los grandes centros virreinales, situados normalmente en el interior, reunían a miembros del alto clero, funcionarios y cortesanos que favorecían el uso de la variedad septentrional. Contribuyeron, así, a la creación de una segunda variedad del castellano americano.
El castellano se impuso sobre las lenguas nativas. En la mayoría de los casos hablaron el castellano con modificaciones atribuibles a sus propios hábitos lingüísticos. En otros casos conservaron su lengua con la incorporación de algunos hispanismos.
La colonización comenzó a fines del siglo XV, cuando ya el castellano había adquirido sus caracteres esenciales. Los hablantes que llegaron a América provenían desde Andalucía y de las Islas Canarias en gran medida; de este modo, las variedades meridionales del castellano fueron decisivas en la formación de las primeras normas lingüísticas, aunque luego su evolución siguiera desarrollos independientes y paralelos al español peninsular. Por otro lado, los grandes centros virreinales, situados normalmente en el interior, reunían a miembros del alto clero, funcionarios y cortesanos que favorecían el uso de la variedad septentrional. Contribuyeron, así, a la creación de una segunda variedad del castellano americano.
El castellano se impuso sobre las lenguas nativas. En la mayoría de los casos hablaron el castellano con modificaciones atribuibles a sus propios hábitos lingüísticos. En otros casos conservaron su lengua con la incorporación de algunos hispanismos.
Si bien el
castellano predominó sobre las lenguas nativas americanas, éstas dejaron su influencia.
EL
CASTELLANO ACTUAL
Para
establecer las características del español actual hay que tener en cuenta, en
primer lugar, los cambios políticos, sociales y culturales que ha experimentado
nuestra sociedad en los últimos años. Entre ellas destaca la generalización de
la educación, la importancia de los medios de comunicación, en particular de la
televisión, y de las nuevas tecnologías en la propagación de usos lingüísticos,
la extensión de rasgos correspondientes a distintas variedades del español y la
influencia de otras lenguas, sobre todo del inglés.
Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales. La escuela funciona como un organismo unificador que tiende a que los hablantes se comuniquen con un número cada vez mayor de hablantes de otras regiones. Entonces si bien somos conscientes que la lengua evoluciona inevitablemente, también debemos creer en la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.
Aparentemente, la velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hacen que la gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales. La escuela funciona como un organismo unificador que tiende a que los hablantes se comuniquen con un número cada vez mayor de hablantes de otras regiones. Entonces si bien somos conscientes que la lengua evoluciona inevitablemente, también debemos creer en la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.
Niveles
fónicos:
- tendencia a la sinéresis y a la relajación en el habla coloquial (hasta logo, ma dicho)
- extensión de la debilitación o pérdida de la -d intervocálica, no sólo en participios en -ado, sino también en adjetivos y sustantivos: cansao, estao, abogao.
- expansión del yeísmo.
- El acento expresivo y enfático en sílabas tradicionalmente átonas, sobre todo en el habla de los políticos y los medios de comunicación. En estos últimos también es frecuente que la entonación enunciativa, que normalmente desciende a partir del último acento, suba el tono de la última sílaba tónica en un final circunflejo.
Niveles
morfosintácticos:
- variaciones en el género de sustantivos que designan profesiones desempeñadas por mujeres (jefa, abogada)
- adverbialización de adjetivos: trabajar duro, hablar claro
- aumento en la adjetivación de sustantivos en la formación de compuestos por oposición: contrato basura, hora punta, palabra clave.
- Extensión del tuteo fuera del límite impuesto por la familiaridad o la edad.
- Preferencia por el uso de la perífrasis ir + infinitivo en lugar del futuro y del presente de indicativo en vez del subjuntivo en las condicionales (si lo sé, no vengo)
- Retroceso de los usos de los relativos quien, cual y cuyo en la lengua oral.
- Queísmo (supresión de la preposición “de”): estoy segura que no quiso venir.
Orígenes del español
1- ¿Qué es un
idioma?
2- ¿Dónde
nació el español y qué lenguas habitaron la península ibérica?
3- ¿Qué hecho
hizo desaparecer a los pueblos que la habitaban?
4- ¿Qué
condiciones de lenguaje impuso el pueblo invasor en la península?
5- ¿Qué pueblo
invadió posteriormente? ¿impusieron condiciones de lenguaje? ¿Por qué?
6- ¿Cuales son
y cómo se formaron las lenguas romances?
7- ¿Cuánto
duró la invasión árabe y qué aporte cultural y lingüístico dieron?
8- ¿Cómo se
expulsó a los árabes?
9- Explique
los orígenes tienen las palabras del español? De ejemplos.
10- Señale
aportes de americanismos y lenguas modernas al español.
11- realice la
actividad: “en qué idioma estoy hablando”
– Dejémonos
de tonterías: a mí el cuore me dice que hay feeling. Te juro que
la vi en el drugstore y quedé touché per secula seculorum.
– ¿Pero
e qué momento fue?
– Cuando
le cantaban el happy birthday, ella me descubrió y alzando su copa me
dijo a la votre santé.
– Yo
tambien la vi en la boutique, no me hizo ningún buraco. Mirá,
tío, para que a mí una garota me conmueva debe ser alguien que ofrezca algo más
que lindas parolas.
– Caro,
todo lo que decís son slogans, no seas snob. Ella es una mina sine qua non.
– Jamais, es
pura facha. Y sí queres convencerte cas a poder verla en el vernissage
de domani.
– Ella
es una sweet dream. Es como una ragazza de los sixties. Te
lo juro que si no me la levanto me hago el harakiri.
– Hablale
de tu metier. Contale que sos marchand, alma mater de una
galería de arte, regalale un compact, metela en la movida.
– O.K.
My brother. Me vino muy bien parlar un rato.
– ¿Sabés
lo que pasa, man? Que vos y yo hablamos el mismo idioma.
C. Ulanovsky. Los argentinos por la boca mueren
a. ¿Qué opinas
de la mezcla idiomática? ¿Mezclas palabras de otros idiomas? ¿Cuáles y en qué
frases?
b. las
palabras destacadas en itálica pertenecen a alguno de los siguientes idiomas:
latín, italiano, francés, inglés, portugués, japonés y otras son argentinismos.
Escríbelas en el trabajo indicando el idioma y su significado.
c. ¿Qué
significado tiene la última oración?
d. deduzca la
edad y la relación de los hablantes.
– Copia ejemplo del texto de las
siguientes funciones. INFORMATIVA, APELATIVA. ¿Qué competencia debe tener el
que lee este texto para entenderlo?
12- Escribe
una lista de argentinismos.
13- busca
cuatro palabras formadas por los siguientes vocablos (prefijos): tele-, micro-,
mono-, grafo-, poli-, filo-, foto-. Luego explica el significado del vocablo y
de las palabras. (el 70 % de las palabras del español vienen del latín, ya que
el castellano es un latín transformado).
14- del árabe
tenemos como cuatro mil palabras de este origen en general comienzan con al que
es un artículo: alférez, azufre, ajedrez, almíbar, azotea, albornoz, alhajas,
almena, alcalde, atalaya, alcachofa, albañil, acelga, álgebra, azúcar, azahar,
algarrobo, albóndiga, algodón, cifra, azucena, tarifa, alcobas, zanahoria,
alcohol, cero, alcantarillas, tambor, alfarero, alfombra, almacenero,
borceguíes, jinetes, alcoba, alazán, aceitunas, alguacil, zaguanes.
Actividad con
el árabe: AGRUPA LAS PALABRAS TENIENDO EN CUENTA LOS SIGUIENTES HIPERÓNIMOS:
oficios, ropa y accesorios, flores, sitios, alimentos y matemática.
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